A lo largo de la vida, nos llegan
un montón de trenes, un montón de oportunidades, de las cuáles llegamos a dejar
escapar y pasar el 99% de ellas…
Esas oportunidades que dejamos
escapar, esos trenes que nunca creímos que nos llevarían a buen puerto, nos
atormentan día tras día, con unas simples palabras como “qué hubiera pasado
si…” o “y si”, estos dos conjuntos de palabras son las que provocan las noches
de no dormir porque los pensamientos están
demasiado altos, tanto que no oyes ni tu propia voz, que tu voz se ha vuelto
tan pequeña que es casi inaudible, frente a la voz de tu subconsciente revoloteando por tu cabeza.
“Y si” es lo que más repetimos a
lo largo de nuestra vida, y si hubiera ido aquel día, y si lo hubiera
hecho, y si no me hubiera marchado, y si, y si…
Nunca podías llegar a pensar que
unas pequeñas decisiones podrían llegar a cambiar de forma tan radical tu vida,
pero ahora te das cuenta de que sí, que de los pequeños detalles cuentan, y las
pequeñas decisiones y oportunidades que aprovechemos, pueden ser los mejores
trenes que nos encontremos, aunque tengan alguna que otra mala estación,
siempre llegan a buen puerto.
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