Amigos de la reflexión

domingo, 19 de octubre de 2014

Pedazos de una vida

" Soñé que caía por el precipicio, "
intenté despertar, mas no pude,
ya estaba despierta.

***

" Y después de tanto tiempo, desperté, "
y descubrí que había estado dormida toda mi vida.

***

" Volaré lejos de aquí, "
sin un rumbo fijo
no importa el sitio,
solo quiero estar contigo.

***

" Cuando creas que todo está perdido, "
para y abre los ojos, 
y mira el largo camino 
que aún te queda por recorrer.

***


sábado, 18 de octubre de 2014

Si me caigo, me vuelvo a levantar.

A lo largo de los últimos meses he tenido mucho tiempo, quizás demasiado, pero quizás también el suficiente y necesario para poder pensar y reflexionar sobre el lugar en el que me hallaba en mi vida ahora mismo, pensar en donde estoy y hacia donde quiero ir a partir de ahora. Durante, sobre todo los dos últimos meses, he tenido mucho tiempo libre al solo tener dos asignaturas y otras seis horas restantes libres en las que tenía varias opciones para matar el tiempo, pensar, escribir y estudiar, y lo mejor de todo, he podido ir haciéndolo todo poco a poco.
Bien, como os contaba he tenido mucho tiempo para pensar y darme cuenta de la vida que estaba llevando, conformándome con poco, pudiendo aspirar a más, y dándome cuenta de quien si y quien entre la gente que me rodeaba, y digo gente sí, porque en las buenas están todos pero en las malas, todos desaparecen y solo quedan unos pocos. Muchos pensaréis que es una pena o una desgracia hablando finamente, pero yo me pongo a pensar, y viendo la parte positiva a todo esto, no ha sido una mala experiencia, sino una experiencia de la que aprender y la cual me ha enseñado que muchos dicen ser tus amigos pero la gran parte de ellos solo son meras hienas esperando tu caída y poniéndote la zancadilla a la mínima oportunidad que tienen, pero la mejor parte es que pese a todo no consiguen hacerme caer y me hacen más fuerte con todo esto.
Puede que penséis que qué narices hago escribiendo aquí esto, pero en parte es para desahogarme, pero por otro lado, esto lo hago porque puede que haya mucha gente como yo y que se sienta identificada, e incluso, puede que ayude o puede que no, eso es vuestra elección.
Volviendo a donde me hallaba, al principio debo admitir que no lo pase bien, ¿quién lo pasaría bien sabiendo que sus amigos le han defraudado y que, puede que en realidad ninguno de los que consideraba amigos lo fuesen?, pero con el tiempo reflexioné, y con la ayuda de varias personas empecé a ver aquella situación desde otra perspectiva y para mi sorpresa, tenían razón, esto no debía tomármelo como algo malo sino como algo de lo que aprender y que me abrió los ojos que llevaba cerrando varios meses, días o años, quien sabe cuanto tiempo.
Después de todo este tiempo pensando y reflexionando y escribiendo hasta que mis dedos sangren, hasta que la leve silueta de las teclas se quede marcada en mis yemas, he crecido como persona, he encontrado una parte de mí que nunca sabía que había existido y he empezado a darme cuenta que la gente tiene diversas opiniones y que nunca llueve a gusto de todos y que no debe importarme lo que digan de mí gente que no me conoce. Pero, la cosa más importante que he aprendido es que aún hay gente de verdad, y que pese a todo lo que ocurra los que han estado siempre, siempre estarán y que aunque venga gente nueva, pueden convertirse en las personas más importantes y que más se preocupan de ti de todas. Por ello, aunque no lo vayan a leer y si lo leen, sabrán quien son, GRACIAS.

viernes, 17 de octubre de 2014

A dónde vamos a parar...

La gente de hoy en día tiene un concepto un poco distorsionado de las cosas, no sé si soy yo que me he vuelto un poco antigua sin haber llegado a la veintena pero pienso que las cosas que ocurren hoy en día no son del todo normales, llamadme locas si queréis. Muchos os preguntaréis que de que c*** hablo, pues bien, hablo de todos aquellos jóvenes, les agruparé así, de menos de quince años cuyo mayor propósito en la vida es salir, pero a emborracharse o cogerse un "pedo descomunal" hasta acabar al borde del coma etílico en muchos de los casos. Otro de sus propósitos es el de querer crecer demasiado rápido, fumar con once, doce o trece años a mi me parece algo que debería preocuparnos y que se debería cambiar. Por otro lado, pretenden tener novios y novias y ser lo suficientemente maduros como para poder llevar bien una relación, lo que me lleva a fijarme en las noticias que salen últimamente en los telediarios sobre el aumento de la violencia de género en adolescentes y menores de edad, todo porque quieren tener el poder y creerse mayores, y me pregunto qué hemos hecho mal.
Eso resumiendo solo la adolescencia de ahora, donde es normal encontrarse a niños de once años de fiesta borrachos y que compiten por ver quien bebe más, pero ahora pasemos a la infancia.
La infancia, esa gran etapa que todos recordamos a trocitos y que es probablemente la mejor de todas y a la que siempre queremos volver, salir a jugar al fútbol, a los coches, al escondite, a fuga, a bomba, a las muñecas, a lo que sea, la razón de todo esto era salir de casa y estar por ahí hasta que se hiciera de noche y se encendieran las farolas con tus amigos, pasar el mayor tiempo posible con ellos. ¿Qué ha sido de esas interminables tardes con amigos en un parque? Pues os lo diré desde mi punto de vista, puede que me equivoque o puede que no pero hay una cosa que se llama derecho de libertad de expresión y pienso hacer uso de éste hasta que pueda. Bien, desde mi punto de vista esas tardes que tanto añoramos nosotros, se han convertido en "quedar con tus amigos" para jugar, pero cada uno con su móvil, su tablet, su psp o su nintendo, otros en cambio no salen porque para qué teniendo una play station en casa o los mejores juegos del mercado, total para qué. Cuando veo a los niños de ahora, me pongo en su lugar y pienso que qué triste tiene que ser que cuando se hagan mayores los únicos recuerdos que tengan sea jugar metido en una casa a la play station y no haber llegado a casa con la ropa manchada, con alguna herida que tu madre curaría con un sana sanita, de jugar al fútbol y discutir por quien debe ir a por el balón, de jugar al escondite y del " por mi y por todos mis compañeros".
Sinceramente, estas generaciones sabrán mucho de tecnología, cosa que no dudo ni dudaré porque es obvio y se ve a simple vista, pero no sabrán de lo que es saber divertirse sin tener una tecnología de por medio. Y respecto a las generaciones más mayores, no tengáis tanta prisa de crecer, que en esta vida hay tiempo para todo y cuando el tiempo pase os daréis cuenta de que las prisas no son buenas, y que lo que se disfruta de a poquito se disfruta el doble.

sábado, 4 de octubre de 2014

El poder de las palabras

El poder que poseen las palabras es incalculable. Las palabras son algo vivo que nos distingue a las personas de un montón de barro o de cualquier otra cosa en el mundo.
Hace tiempo, alguien me enseño el gran valor que poseen las palabras y ni yo misma supe en aquel momento la trascendencia que tendría en mí aquella valiosa lección que aprendí años atrás. 
A lo largo de la historia, la palabra ha sido algo muy importante en la vida y lo que ha hecho que ocurrieran grandes cosas aunque, otras veces, las palabras han sido utilizadas para un uso completamente equivocado para lograr fines que dejan mucho que desear. Pero volvamos donde me encontraba. Aquel momento en que un gran hombre me demostró el gran poder que poseían las palabras y lo valiosas que se convirtieron para mí con el paso de los años.
Las palabras son aquel insignificante grupo de letras ordenadas con un enorme significado que me ayudaron a lo largo de los años, y os preguntareis : ¿cómo? , pues os lo voy a contar pero es un secreto: ESCRIBIENDO.
Y puede que penséis que es algo absurdo, pero en los peores momentos siempre encontraba el equilibrio y la relajación, la paz y la tranquilidad, escribiendo, desahogándome delante de un papel, con goma y lápiz, dejándome llevar y llenando páginas y páginas de historias, de cuentos, de momentos que hacían que me transportara a otro lugar al instante. Creo que no mucha gente conoce lo que puede lograr hacer escribir, y más aún cuando sabes que alguien más lo leerá y puede que hasta le ayudes, y no hay nada mejor que escribir y ver como lo que escribes provoca emociones en el resto de personas que están a tu alrededor o simplemente lo leen.
Para un escritor, da igual que sea profesional o que escriba por que de verdad le gusta y solo lo hace por placer, no hay nada mejor que las palabras, porque gracias a ellas logran escribir grandes historias, y los que de verdad les gusta leer no necesitan que alguien les diga, escribe, pues ellos simplemente lo hacen, se encuentran mal y escriben, se encuentran sorprendidos y escriben. Gran parte de las veces la imaginación, o la inspiración, viene de repente en cualquier momento, en un momento espontaneo en medio de una clase de historia, en un relajante baño de espuma o una rápida ducha, en una maratón de diez kilómetros, da igual el sitio, da igual el tiempo, da igual todo, lo importante es tener papel y lápiz y empezar a escribir.