Amigos de la reflexión

sábado, 4 de octubre de 2014

El poder de las palabras

El poder que poseen las palabras es incalculable. Las palabras son algo vivo que nos distingue a las personas de un montón de barro o de cualquier otra cosa en el mundo.
Hace tiempo, alguien me enseño el gran valor que poseen las palabras y ni yo misma supe en aquel momento la trascendencia que tendría en mí aquella valiosa lección que aprendí años atrás. 
A lo largo de la historia, la palabra ha sido algo muy importante en la vida y lo que ha hecho que ocurrieran grandes cosas aunque, otras veces, las palabras han sido utilizadas para un uso completamente equivocado para lograr fines que dejan mucho que desear. Pero volvamos donde me encontraba. Aquel momento en que un gran hombre me demostró el gran poder que poseían las palabras y lo valiosas que se convirtieron para mí con el paso de los años.
Las palabras son aquel insignificante grupo de letras ordenadas con un enorme significado que me ayudaron a lo largo de los años, y os preguntareis : ¿cómo? , pues os lo voy a contar pero es un secreto: ESCRIBIENDO.
Y puede que penséis que es algo absurdo, pero en los peores momentos siempre encontraba el equilibrio y la relajación, la paz y la tranquilidad, escribiendo, desahogándome delante de un papel, con goma y lápiz, dejándome llevar y llenando páginas y páginas de historias, de cuentos, de momentos que hacían que me transportara a otro lugar al instante. Creo que no mucha gente conoce lo que puede lograr hacer escribir, y más aún cuando sabes que alguien más lo leerá y puede que hasta le ayudes, y no hay nada mejor que escribir y ver como lo que escribes provoca emociones en el resto de personas que están a tu alrededor o simplemente lo leen.
Para un escritor, da igual que sea profesional o que escriba por que de verdad le gusta y solo lo hace por placer, no hay nada mejor que las palabras, porque gracias a ellas logran escribir grandes historias, y los que de verdad les gusta leer no necesitan que alguien les diga, escribe, pues ellos simplemente lo hacen, se encuentran mal y escriben, se encuentran sorprendidos y escriben. Gran parte de las veces la imaginación, o la inspiración, viene de repente en cualquier momento, en un momento espontaneo en medio de una clase de historia, en un relajante baño de espuma o una rápida ducha, en una maratón de diez kilómetros, da igual el sitio, da igual el tiempo, da igual todo, lo importante es tener papel y lápiz y empezar a escribir.

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