Amigos de la reflexión

viernes, 19 de diciembre de 2014

Sin título

¿Qué puedes hacer cuando llega un momento en el que te hartas de todo y ves que poco a poco todo te va dando más igual? ¿ Qué haces cuando nada te importa lo más mínimo y te has vuelto desconfiada de todos?
La verdad, no lo sé. Llega un momento en el que de tantas decepciones te acabas volviendo inmune como ese momento en el que de tantos medicamentos que te tomas los virus se acaban volviendo inmunes, pues en mi opinión algo parecido ocurre en momentos así.
¿Qué hacer cuando hasta la última de las personas en las que confiabas y dijo estar siempre ahí también desaparece?
Sinceramente, no tengo la más mínima idea. Lo único que se es que cuando eso ocurre, tu cabeza empieza a accionar partes de tu cerebro que desconocías, empieza a dar muchas vueltas a las cosas, a dejar de confiar en quien te rodea por mucho que tu desees todo lo contrario, es algo que se escapa de tus manos. 
Y diré una cosa más, cuando llegas a esta situación te toca recapacitar y pensar un poco en ti en vez de hacerlo tanto en los demás; y después de mucho pensar llegas a la conclusión de que por cada tres o cuatro personas que no sean de verdad amigos tuyos como decían hay otras cinco o seis que harían lo imposible por verte sonreír y levantarte cuando te hagan caer y que por ellos merece la pena creer en la amistad