Amigos de la reflexión

miércoles, 12 de febrero de 2014

Ese momento...

Llega un momento en la vida donde necesitas detenerte, ver dónde estás y mirar hacia dónde quieres ir...
Un momento en el que te encuentras en un círculo vicioso, una caída en picado de la que no puedes salir, decepción tras decepción, una tormenta, un nubarrón, un gran diluvio que parecen no tener fin. Ves cómo todo el mundo te intenta advertir de que estás cayendo rápidamente, sin pausa, pero tú simplemente te limitas a no escuchar, y mientras, sigues cayendo, hundiéndote más y más, poco a poco sin siquiera darte cuenta. 
Pasa el tiempo, meses, días, semanas, años... Pasa el tiempo, y sigues cayendo, sabiendo que lo estás haciendo, pero te encuentras tan hundido que no ves forma de salir, sientes que todo se ha acabado, que no hay forma de arreglarlo, que ese es tú final, un final horrible para una vida. Pero te equivocas porque, al final, llega ese momento, te paras, miras tus opciones: vivir tu vida o dejar que tu vida pase y la vida te viva; miras dónde estás, eliges tu camino y miras hacia dónde quieres ir. Y ¿sabes qué? Eliges tu vida porque pese a todo, a los larguísimos nubarrones, las imparables tormentas, los continuos diluvios, siempre te levantas porque las cosas positivas pueden sobre lo negativo, porque la vida es muy bonita como para desperdiciarla en una mala racha, que siempre llegan momentos mejores. Pero lo más importante de todo, eliges VIVIR.


No hay comentarios:

Publicar un comentario