Amigos de la reflexión

jueves, 3 de abril de 2014

Por aquellos que se fueron...

Se fue demasiado pronto, o se fue injustamente, pero al final y al cabo, se fue...
Cuando miramos al cielo, nos gusta pensar que miran por nosotros, que nos cuidan desde allí arriba, que son nuestros perfectos e imperfectos ángeles de la guarda que no nos abandonan. A menudo, nos acordamos de ellos, de esos ángeles de la guarda, de esas estrellas que brillan como diamantes en la noche, nos acordamos de ellos, por la mañana, por la noche, mirando a cada nube, cada destello en el firmamento, cada pequeño detalle. Nos acordamos de ellos, con una fecha, con una canción, un lugar, un olor, o simplemente un todo.
Nos acordamos de ellos a cada instante, en cualquier momento del día, de todos aquellos "te lo dije" y tantos "te quiero", de todos aquellos abrazos y todas aquellas miradas que con solo eso ya trasmitías todo y nada, porque dicen que nadie muere si su recuerdo sigue presente, y por ello, todas esas estrellas, todos esos diamantes, todos esos ángeles de la guarda que nos acompañan, son inmortales y nunca se irán ni desaparecerán de nuestro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario